Intercambiador de iones
Con un intercambiador de iones, se eliminan del agua los iones no deseados y se intercambian por otros iones. Esto se hace mediante bolas de resina cargadas con iones de sodio. Con un intercambiador iónico, podrá fácilmente ablandar el agua (del grifo) y eliminar la cal, el hierro y el manganeso del agua (de manantial).
De agua subterránea a agua apta para el consumo
Purificar el agua proporciona muchas ventajas. Utilizar un intercambiador de iones evita la formación de depósitos de hierro, cal y manganeso.
Un intercambiador de iones es un cilindro en el que se encuentran todo tipo de pequeñas bolas sintéticas de resina. El agua del grifo dura entra por arriba del cilindro y fluye en descenso atravesando las bolitas de resina sintética. Durante este trayecto se purifica el agua.
Este proceso continúa hasta que toda la celda de bolas de resina está llena de partículas de calcio y magnesio. Cuando se ha alcanzado este punto simplemente invertimos el proceso. Esta es la ventaja definitiva de un intercambiador de iones. Al aclarar las bolas de resina con solución salina se liberan las partículas de magnesio y calcio y se recarga el lecho de resina con partículas de sodio. El resto del agua salada en la que se disuelven el magnesio y el calcio se tira por el desagüe y esta no entra en el circuito del agua.
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